Buenos
días vecinos y vecinas. Yo soy Maria
Alejandra Velandia y vivo en este sector desde hace varios años. Me gusta mucho la palabra vecino o vecina
pues encierra muchas cosas, generalmente positivas. ¿A quién le molesta que lo llamen por la
calle –hola vecino, hola vecina o como dicen ahora hola veci?
Siempre
hay un vecino a nuestro lado, y al frente y en el piso de arriba y atrás. Hay
vecinos por doquier. Ahora, ¿Cuántos de nosotros conocemos a nuestros vecinos?
¿Sabe usted quién vive en la casa de junto, o la del frente, o en el
apartamento de arriba o en el de atrás? Es cierto a veces no sabemos sus
nombres, pero reconocemos sus rostros o a sus hijos: -Ah ese fue el niño que rompió el vidrio de
la sala jugando futbol el otro día. O
–Ah esos que van allá no son los que viven al frente? Creo que en ese sentido nosotros, los
jóvenes, los hijos, les llevamos vecinos y vecinas la delantera, pues
nosotros conocemos a nuestros vecinos y muchos se convierten en nuestros
amigos por años. Saludamos y conocemos
no sólo dónde viven sino con quién y qué hacen. Les suena familiar esta
conversación?
Mamá: -¿Quiénes son esos mamita?
Hija: -Los papás de Pipe, los de la Torre 3.
Mamá: -¡¿Pipe?! ¿El de expansiones en las
orejas? Qué papas tan permisivos.
Buenos días vecinos. ¿Cómo están?
Nosotros,
los jóvenes, no saludamos por protocolo lo hacemos porque nos interesa saber
cómo está la otra persona, nuestro vecino. Nosotros relacionamos la palabra
vecino con la palabra prójimo: el que está a nuestro lado. Como decía Jesús
“Sed como niños”. Vecinos los invito a dejar los prejuicios de lado y conocer
a sus vecinos y vecinas. Los invito a
mirar a su alrededor y reflexionar sobre cuántas personas de las que lo
rodean en este momento son conocidas por usted. De cuántos sabe sus nombres, con quién
viven, a qué se dedican. Los invito a que sean buenos vecinos de sus
vecinos. ¿A quién acude cuando
necesita un favorcito urgente? –Al vecino.
¿A quién le fía el señor de la tienda de la esquina? –Al vecino. ¿A quién le llevan domicilios hasta tarde
en la noche? –Al vecino.
Los
vecinos son una red de buenos principios y valores: de respeto, solidaridad,
confianza, colaboración. Los vecinos
transmiten seguridad, respaldo y por qué no amistad.
¿Acaso
dudamos en ayudar a un vecino que lo necesita? ¿Si ve a un vecino en un bus o
en otro lugar se aparta de él?
Vecinos,
aprendan un poco de sus hijos a relacionarse con los demás, seguramente algún
día nos lo van a agradecer. Ahora
bien, el respeto la colaboración, la seguridad, la confianza y todos los
demás valores encerrados en la palabra vecino, se verán también reflejados en
la convivencia y en el trato al espacio que habitamos: nuestro barrio, nuestro vecindario.
Pregúntenle
a alguna mamá de las que hay aquí, ojalá haya alguna. Pregúntele si a ella le
gusta que su familia o sus visitas arrojen basura en el suelo de su sala.
¿Qué respondió? Entonces ¿por qué arrojan basuras en la calle? Ustedes, los
que tienen mascotas, ¿les gusta ver las heces de sus mascotas en los pasillos
y pisos de sus casas? Entonces, ¿por qué no recoger las heces de sus mascotas
de los céspedes de su barrio cuando los llevan a pasear? Cuando viene alguna visita a la casa,
limpiamos y organizamos y decoramos, ¿por qué no hacer lo mismo con nuestro
barrio? Vecinos en nuestras manos está el bienestar nuestro y de los
demás. Me da tristeza que cuando llevo
a mi hermanita al parque, no la puedo dejar en el césped porque se llena de
excremento de perros, dentro de un conjunto residencial, ¿por qué pasa esto?!
Si no va a limpiar, no ensucie.
El
otro día vi a unos niños en el parque rompiendo los columpios con
piedras. Su papá sentado en el pasto
mientras esto ocurría. ¿Acaso sus hijos son los únicos con derecho a “usar”
el parque? ¿Dónde está la autoridad de ese papá? Vecinos, enseñen a sus hijos
a ser cuidadosos, a respetar las propiedades comunales, a valorar a sus
vecinos, a proteger a los animales, a cuidar el medio ambiente y no tendrán que
sufrir porque pisaron heces en el parque, no tendrán que sufrir por dónde
llevar a jugar a sus nietos, por buscar un “mejor barrio” dónde vivir.
Usted
tiene en sus manos y en su poder la posibilidad de lograr de este un barrio
mejor. ¿Saben ustedes lo que es una reacción en cadena? Cuando un evento se
despliega con tal fuerza que arrastra consigo todo a su paso? Por qué no
generamos una reacción en cadena de buenos vecinos. Se imagina que todos los
vecinos del barrio sean arrastrados? Y los de los otros barrios? En un futuro
no muy lejano todos los habitantes de la ciudad serán buenos vecinos y todo
gracias a usted, vecino, vecina.
Cuando
le enseñe a su hijo a hablar, enséñele también expresiones de respeto: buenos
días, por favor, gracias.
Cuando
le enseñe a comer, enséñele también a arrojar la basura dentro de las canecas
adecuadas, enséñele a reciclar, recicle usted también.
Cuando
le enseñe a su hijo a caminar, enséñele a ayudar a quienes no pueden
hacerlo. Ayude a los demás.
Cuando
le enseñe a su hijo a andar en bicicleta, enséñele las normas de tránsito,
enséñele a respetar al peatón, a ceder el paso, a usar direccionales. Respete
usted las normas, respete al peatón, ceda el paso. Use las direccionales.
Enséñele
a su hijo a ser un buen vecino, y cuando usted no pueda caminar, o conducir,
o salir de su casa, serán probablemente los vecinos quienes lo apoyen.
El
mundo necesita buenos vecinos, la tierra necesita buenos vecinos. Personas
que crean que pueden generar cambios, así sean pequeños pero que con el
tiempo verán sus recompensas. Todos
alguna vez soñamos con ser famosos, ¿para qué? No le gustaría ser el padre
más famoso para sus hijos? El tío más famoso entre sus sobrinos? El vecino
más famoso del sector? El ciudadano más recordado? Puede serlo, si toma la
decisión de pensar en los demás como piensa en sí mismo. Si toma la decisión
de compartir con los demás, empezando por su tiempo, compártalo con su
familia, con sus amigos, con sus vecinos, ayudando, dando buen ejemplo. Sirviendo a su comunidad.
Yo
estoy embarazada y pienso en el futuro para mi hijo, y si deseo que crezca
aquí o allá, deseo el mejor lugar para que mi hijo viva, deseo la mejor
educación, deseo lo mejor de lo mejor, pero lo que más deseo en verdad para
mi hijo es que sea el mejor vecino del mundo, y eso lo será si nosotros, sus
padres, si ustedes, sus vecinos, le enseñamos a ser una buena persona. ¿Usted qué desea para sus hijos? ¿Usted
qué desea de sus hijos?
Mire
la cantidad de carros alrededor, cree que necesita aprender a contaminar?
Mire las calles a su alrededor, cree que necesita aprender a arrojar basuras
a la calle? Mire cuántas personas
necesitan ayuda alrededor, cree que necesita aprender a ser indiferente?
Cuando
sus hijos ofenden, los hijos de otros lo ofenden a usted. Cuando sus hijos irrespetan, los hijos de
otros lo irrespetan a usted, cuando sus hijos rompen vidrios de casas de sus
vecinos, los hijos de otros rompen las de la suya.
Pero
cuando sus hijos tratan a los demás con respeto, los hijos de los otros lo
respetan a usted. Cuando los hijos cuidan el barrio, los hijos de los otros
lo cuidan también. Porque los hijos son el reflejo de sus padres. Los padres son el espejo de los hijos. La
educación no debe ser sólo llenar nuestras cabezas de información, sino
nuestros corazones de valores y principios, y eso se hace en casa, en el
barrio. Sea un buen padre ahora y será
un abuelo feliz mañana.
Yo
quiero ser una buena madre y una buena vecina. ¿Y usted?
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